Estos son los belenes más raros del mundo (y dos son españoles)

Vivientes, comestibles, efímeros… todo vale para representar el Nacimiento

Noelia Ferreiro
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Foto: Galleros Artesanos

Es un elemento básico de la celebración navideña. El Belén, también llamado Nacimiento, Pesebre o Portal, está tan presente en estos días como el abeto cargado de regalos. Pero no siempre adopta una forma tradicional. Estos son originales maneras de representar las escenas del nacimiento y la visita de los Reyes Magos:

El belén de chocolate de Rute, Córdoba

Aunque no es exclusivo en España (confiterías de numerosas ciudades elaboran muestras cada Navidad) sí podemos decir que se trata del más grande y completo. Lo encontramos en Rute, un municipio de Córdoba donde Los Galleros Artesanos, una empresa familiar creada hace más de 90 años, son los encargados de alumbrar este sorprendente (y goloso) belén completamente comestible. Para ello utilizan más de 1500 kilos de chocolate negro al que también añaden chocolate con leche, chocolate y unos 50 kilos de fondant para definir pequeños detalles. Más allá de su sabrosura, este belén tiene un carácter viajero, puesto que sus creadores se inspiran cada año en un rincón de Europa. Con él diseñan la ambientación del pesebre, mostrando la arquitectura típica y los atractivos más destacados. Toda una obra maestra.

El belén de arena de playa de Las Palmas, Islas Canarias

La idea típica de la Navidad se aleja bastante de una playa transitada por gentes en biquini. Pero ahí está precisamente el gran valor del otro belén español aclamado por su originalidad. Se trata de un pesebre elaborado con arena en Las Palmas de Gran Canaria, concretamente en la icónica playa de Las Canteras. Un clásico de estas fechas que este año, en el que cumple su 17 edición, ha sido puesto en marcha con el trabajo de nueve artistas internacionales procedentes de Estados Unidos, Canadá, Ucrania, Letonia, Irlanda, Rusia y también, por supuesto, del archipiélago. Unos 2.800 metros cuadrados de instalación, con una altura alcanza los tres metros, definen a esta auténtica pieza artística que esta vez está dedicada a la juventud y el futuro, con especial foco en la paz. Las escenas navideñas conviven en este belén con imágenes relacionadas con la ciudad, (como, por ejemplo, la pesca) junto a recreaciones de obras de artistas canarios.

 Belén de arena de playa de Las Palmas, Islas Canarias
 Belén de arena de playa de Las Palmas, Islas Canarias | Wikicommons

El belén clásico y con guiños de Nápoles, Italia

Es la ciudad donde se representó el misterio del nacimiento de Cristo por primera vez en la historia. Fue el siglo XV y se hizo a través de unas figuritas de barro con las que nacía así el primer belén, que marcó el comienzo de esta tradición que continúa hasta nuestros días. Por eso no podía faltar en esta lista el belén napolitano, que es para muchos el más bonito del mundo. En él no faltan los personajes clásicos (la virgen, el niño Jesús, los Reyes Magos, los pastorcillos por aquí y por allá…) aunque también hay espacio para la imaginación.

Así, junto a San José, si el autor lo estima oportuno, pueden aparecer personajes populares y hasta celebrities del momento. Hay quien incluso encarga su propio alter ego a escala para que ocupe un lugar en esta escena navideña. La calle San Gregorio Armeno es el lugar donde contemplar la magia de estos pesebres. Una arteria en la que siempre es Navidad.

El belén con animales de Eslovenia

Lo de los belenes en este país del corazón de Europa es algo que supera todas las expectativas. Y no sólo porque se trata de uno de los símbolos más populares con representación ineludible en todos los hogares sino porque también adopta diversas formas vivientes… en lugares sorprendentes. Es el caso de la Cueva de Postojna, donde tienen lugar, diariamente, hasta 16 representaciones bíblicas a cargo de nada menos que 150 personas y con una maravillosa escenografía.

Belén del Zoo de Liubliana
Belén del Zoo de Liubliana | Turismo oficial de Eslovenia

Otro belén viviente no sólo involucra a personas sino también a animales. Se trata del belén del zoo de Liubliana, donde la escena está protagonizada por algunos de los peludos habitantes de este centro… y no sólo de camellos, bueyes y ovejas sino también de algunos otros que suponen toda una sorpresa. Es claro, el belén favorito de los niños.

El belén-batiburrillo de Nicaragua

Tal es la tradición del belén es este país centroamericano, que hasta hay un ciudadano, el arquitecto Alejandro del Carmen Betress que los ha coleccionado hasta 1001 pesebres, muchos de ellos tradicionales, pero también potros raros como los que tienen el tamaño de una uña o los que han sido elaborados con materiales tan insólitos como conchas o canela en rama. Hasta el punto de que la vivienda de este señor se ha convertido en un museo que es todo un hito en la Navidad. Más allá de este inmenso y variado belén, el pesebre nicaragüense se distingue por contener piezas elaboradas y elegantes, y porque entre sus espigadas se incluye una versión especial de los Reyes Magos.