Javier Sevillano, maquillador, caracterizador y natural de Alicante, es vecina de Atocha bajo el nombre de Hornella Góngora. ¿Hornella Góngora? "Lo aprendí de la serie Will & Grace. Para elegir tu nombre de Drag queen tenías que mezclar el de tu primera mascota y la primera calle en la que viviste. Vivía en la calle Góngora de Alicante y mi primera perra se llamaba Nella", explica el neón que pone nombre al batiburrillo de mujeres clásicas que es cuando se transforma. "Mina Mazzini. Sofía Loren. Y la Cantudo, icono de la España del destape".
Llegó a Madrid hace 13 años, después de estudiar caracterización. Al mudarse al barrio de Atocha, se dio cuenta de que el centro de Madrid es una burbuja LGTBI. "He vivido mucho tiempo en Malasaña y después en Chueca. Salía a la calle maquillada y lo único que te gritaban eran 'guapa'. Ahora vivo en la zona de Atocha y en el último Orgullo, me hicieron una peineta desde el coche. En cuanto me salí del barrio no tardé en toparme con un poco de conflicto. Personalmente, la verdad es que nunca he vivido un episodio grave".
Diseñó y dirige el espectáculo A gogó y es la travesti residente de La Torcida, el bar de Chueca vecinofriendly. Instalaron un silent show y las actuaciones silenciosas han abierto un periodo de paz en el edificio. "Al principio, los clientes se sorprenden. Les entregamos unos auriculares. Nos escuchan al oído. En tres canciones, ya les gusta. Es un sonido totalmente puro, hay más intimidad y tenemos que ser perfectas: es perceptible cualquier error. Es una experiencia única".
Travestis cíclicos
Desde hace un tiempo está más solicitado que nunca. Javier Sevillano dedica el 80% del tiempo a ser Hornella Góngora. "Es algo cíclico. Hace 10 o 15 años había otro boom de travestis. Deborah Ombres aparecía mucho en televisión. Se contrataban para despedidas de solteras. De repente, desaparecimos. De un tiempo a esta parte hemos vuelto a resurgir. El programa Drag race ha hecho mucho. Internet también nos ha normalizado. Hay tanta variedad en las redes sociales, que al final nos da visibilidad y al estar más expuestos, la gente se acostumbra".
¿Travesti o drag queen?
-Prefiero travesti, la palabra que hemos recogido quienes nos dedicamos al espectáculo para reivindicarla. Se utilizaba siempre de forma despectiva con las personas transexuales.
Fue un niño subido a los tacones de su hermana. "Me encerraba en el baño y hacía números en el espejo. Nunca me atreví a expresarlo. Desde pequeño me he dedicado a pintar. Pedía que me regalaran papel y colores. Salía bastante barato: mi padre tenía una papelería". A los 18 años formó parte de un grupo electro pop. "Éramos unos cuantos chicos con el pelo pintado y usando tacones. Mis padres, cuando dije que era travesti, estaban curados de espantos. Creo que puede ayudarte como hombre. No hace falta tener una vocación artista para hacer drag. La sociedad tiene muy marcado qué puedes vestir siendo hombre y mujer. A los hombres que vestimos como mujeres nos ayuda a descubrir parte de nosotros mismos que normalmente están escondidas bajo muchas capas".
Desembarcó en la ciudad con Que trabaje Rita. "Pegó un bombazo en aquel momento. Era una fiesta de tarde en domingo. Estaba vacío ese formato en Madrid. A partir de ahí empiezan a conocerme y me llamaron de otros sitios. Estuve a punto de quitarme. Me quería dedicar al maquillaje pero me llamaron para el casting de Medias Puri y entré en el primer elenco"
El primer día que se transformó apareció en la puerta de una discoteca de Alicante montada en un Hummer rosa. "Un amigo organizó una fiesta. Los travestis entraban gratis. Con el espectáculo, al final terminamos recorriendo toda España, México y Francia".
ADN
Diseñó, dirige y actúa en A gogó, un espectáculo que homenajea al cabaret clásico l «Hay que reivindicar la palabra travesti» l Formó parte del primer elenco de Uñas Puri l Es caracterizador
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